Cuestiones de vecindad
Juan José Castillo Peñarrocha En un alarde de desvergüenza, mi insidioso vecino ordenó descargar la montaña de arena sobre el mismo linde. Sin siquiera haber iniciado la tramitación de la licencia de obras, el colindante se proponía trazar dos calles de su nueva piscina sobre un lateral de mi diáfana parcela. Precisamente donde proyectaba construir mi hermosa barbacoa.
Necesitaba investigar el verdadero origen de una osadía que parecía situarse por encima del bien y del mal. Formulada la correspondiente denuncia, decidí dedicar parte de mis honorarios a la contratación de un detective privado. Al fin y al cabo la litigación corría de mi cuenta.
No me arredraron los atemorizantes informes. Utilicé la arena descargada sobre mi lado, en la elaboración de la argamasa de mi barbacoa. La levanté junto al lindero, alta como un castillo, y al grito de “¡nos vemos en los juzgados!”, exultante y revestido con mi toga nueva, encendí la leña.
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No tiene buena pinta la convivencia, aunque nunca se sabe, igual si le cambias unos choricitos a la brasa por un par de largos en la piscina…
Un saludo, Juan José
Buena propuesta, Margarita. Planteramos un socorrido quid pro quo para intentar apaciguar los ánimos, pero mi hermosa barbacoa no se mueve ni un centímetro. ¡Faltaria más!
Un saludo.
Hola, Juan José.
Muy osado ese vecino y mucho más, tu protagonista.
Grandísima historia. Te felicito y te deseo suerte.
Un abrazo.
Viniendo el elogio de quien viene, hay que incorporarlo a, mi curriculum personal. Sin falta.
Muchas gracias, Towanda. Tu relato en bucle, como siempre, fantástico.
Buena suerte.
Un abrazo.
Impactante la imagen del abovecino, togado, encendiendo la barbacoa construida con material aportado por el gilivecino y pronunciando el grito de guerra típico. La asocio -no sé por qué- a la de Scarlett O´Hara/Vivien Leigh diciendo su mítica frase, aunque lo normal sería que el abovecino lo encarnase el gran Clint Eastwood.
Suerte, Juan José.
Por ahí iban los tiros, Manuel. El Clint Eastwood de «Gran Torino», flemático, curtido y peleón.
Te llevo siguiendo los últimos tres meses y estás que te sales. ¡Menuda imaginación, chico!
Enhorabuena y encantado con tu comentario.
Un saludo.