El sueño de una niña
Déborah Albardonedo Martínez Nacida y bautizada como Clara Campoamor Rodríguez, hija de costurera y contable, tuvo que abandonar sus estudios al morir su padre. Azuzada por la necesidad, trabajó como modista, dependienta y telefonista, pero había en ella un fuego que apagar, un sueño.
Comprendió de niña que vivía en tiempos en los que una barrera debía derribarse. El género era una insondable excusa en aquellos inicios del siglo XX; las mujeres no eran iguales que los hombres. En aquellos años se negaban oportunidades por el mero hecho de llevar falda o pantalón.
Con tesón, la joven Clara logró completar sus estudios de Derecho, hacerse notar en la política nacional y cambiar la visión de muchos de los hombres de su tiempo.
Defendiendo sus creencias, como diputada en la Segunda República tuvo que luchar con otra mujer sobresaliente, Victoria Kent, y logró conciliar las posturas: se aprobó el llamado voto femenino.
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Despite the still-lingering fallout from the financial crisis, interest in vintage watches has continued to grow (mostly) unchecked. To the watch industry, the ability to directly connect not only to the past of link specific brands, but also to the burgeoning world of vintage watch collecting, meant that vintage-style watches, and vintage-style lume, could very much move the needle on sales.
Similar to the Mystery Clock, Newson loved the «mystery» of the Hemipode case, because just looking at it, you wouldn’t understand how it’s put together. Of course, watch nerds will recognize this link as the «monobloc» construction often used in watches, perhaps most famously in the original Patek Philippe Nautilus 3700, but the Hemipode was designed for more than just watch enthusiasts – it was bold, fashionable, different.