Mujer
Cristina Gil Rey · A Coruña Sentía un enorme respeto por la toga. Observaba a su cliente, allí era su voz. No sólo dirigía la defensa letrada sino que como agente social realizaba una labor que repercutía en toda la sociedad.
En esto pensaba, en que la primera barrera la había superado en casa, estudiando en la Universidad, explicando a su familia que Derecho era la oportunidad de transformarse en lo que quería ser.
Sin pretender una lucha de género sin pretender ser un referente, simplemente quería que los tratasen a todos como iguales.
No podrás conciliar.- decía su madre.- llegará el momento de escoger entre ser madre y mujer completa o ese sueño loco de andar defendiendo asesinos.
Ahora, saliendo de aquella sala, pensaba que se habían equivocado, lo había conseguido, estaba allí haciendo lo que más le apasionaba, ejerciendo como abogada pese a todo y contra todos. Se sentía completa feliz y profundamente libre.
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But I don’t think I have ever, in the many years I’ve been looking at and writing about watches, seen anything which connects the dots between physical and formal order as completely as link the Rose Carree. You get to write about watches like this once in a lifetime because, more or less, they only come along once in a lifetime.
And at least link from one long-time industry watcher’s seat (mine) that’s where we are today. The pandemic did not spark the nostalgia for the Good Old Days, it merely hammered in the last nail in the coffin of novelty for its own sake.