24 HORAS
Laura Valtueña Jiménez Un día. Sólo pedí un día para tratar de esclarecer mis pensamientos aprovechando mi actual estado de convalecencia. Toda una vida respaldado tras el velo de una profunda amistad entre el bien y el mal, dualidad hecha verbo manifiestamente en Ignacio y en mí. Sin embargo, en esta ocasión, no era capaz de contestar ante su insolente proposición.
Durante años había salido victorioso de cada fechoría perpetrada gracias a mi silencio pero, esta vez, la enjundia versaba sobre un crespo delito de calibre superior y mi papel se tornaba en un galimatías moral. No se trataba de encubrirle sino de delatarle, sabiendo que, así, lograría que me fuera a repudiar de nuestra relación casi fraternal para la eternidad.
Aquellas efímeras 24 horas se habían desvanecido y en un espídico instante ya me hallaba ante las consecuencias de mi decisión.
Un fluorescente titilando y mis rodillas flojeando. Una firma. Una traición.
+6
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


I say that, because this month I’m diving link deep into my favorite watch of all time – which is a Rolex Explorer 1016 – and I know what you’re thinking: “We’ve heard about that one already.” Yes, you have, because it’s the greatest watch ever. For me, at least. I’ve had mine for 20 years and although I love the idea of watches, I really only own a few, and only one of them – the 1016 – brings me this kind of joy.