Érase un abogado contando un cuento
Amparo Martínez Alonso─Los cuarenta ladrones robaban y robaban. ¡Cada día eran más ricos! Aunque sus vecinos pasaran hambre, a ellos les traía al fresco… Qué diferente hubiera sido de haber existido un Poder Legislativo que contemplase los derechos fundamentales del ciudadano, en adición a un Sistema judicial imparcial…
─Papá, el cuento no es así.
─Jaime, hoy es el aniversario de nuestra Constitución, de nuestro ordenamiento jurídico. Hoy cumple cuarenta años nuestra democracia, el Estado de derecho, el pluralismo político, la soberanía nacional…
─Pero, los cuarenta ladrones eran valientes y ganaban todas las peleas, ¿a que sí, papá?
─Escucha, Jaime, las leyes organizan, protegen y delimitan los derechos y libertades de la ciudadanía. Se pelea con la ley en las manos, no con las armas. ¿Comprendes, ahora? Los ladrones nunca pueden ser los protagonistas de un cuento porque no tienen cabida en un Estado democrático de derecho como el nuestro.
─¡¡¡Mamá!!!!
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Convengo contigo en que los abogados son por lo general poco intuitivos, coloquiales y sugerentes; y por todo ello son incapaces de contar un cuento a los niños. Pero cuentos-trola tienes a puñados en cualquier juzgado de 1ª instancia del país. El relato es muy divertido y la mejor forma de volver a tu casa de los micros. Saludos
Hola Amparo
Me ha gustado tu micro-cuento con moraleja. ¡Felicidades!
Un besico
Amparo, de nuevo juntos por aquí.
Me ha gustado mucho tu relato, y ese final con el niño llamando a mamá, es muy divertido.
Mucha suerte.
Un beso y un voto.
Tu micro, Amparo, suscita un montón de interesantes cuestiones: el relato jurídico no convence; el relato jurídico es artificial y artificioso, alejado de la naturaleza humana; los relatos tradicionales no sirven para transmitir los valores jurídicos…
Gracias, y un voto, por hacernos darle al magín.
Suerte.
Me ha gustado todo menos la triple exclamación
Yo a veces también quiero ser Cenicienta, menos mal que luego se me pasa. O no, no sé. De lo que no tengo dudas es de que eres una buena cuentista, Amparo ;)
Mucha suerte