Mujer abogada
MÓNICA GONZÁLEZEra una abogada de éxito. Ganaba todos los pleitos. No había abogado/a contrario/a al que no le cortara la cabeza. Sin embargo hubo uno que se le resistió: su pleito; el pleito de la conciliación.
Luchó contra viento y marea, para encontrar una solución. Solución que no sólo era necesaria para ella, sino para toda la comunidad.
En la sociedad en la que vivía, aún nadie había sido capaz de encontrar una solución para conciliar la profesión de abogada con la vida familiar.
Sudó la camisa cada día, estudió mucho y se reunió con importantes figuras políticas. Pero lamentablemente, tuvo que seguir dejando a su hija de 2 años con sus abuelos cada día, hasta pasadas las nueve de la noche, cuando conseguía terminar de redactar escritos, o preparar sus importantes juicios.