COGITO, ERGO SUM
Juan José Carrillo Chacón– Qué bien le sienta la toga -susurró alguien a los pies de una urna de cristal.
– ¿Habéis leído el mensaje? -preguntó otro, camuflando su voz entre los sollozos de los presentes.
– Se llama epitafio -respondió un tercero.
– “CONFESSIO EST REGINA PROBATIO” -leyó un cuarto-. ¿Qué quiere decir?
– “La confesión es la reina de las pruebas” -respondió un quinto.
– ¿Qué querría comunicar? -se cuestionó un sexto haciendo un análisis del texto-. No me fío de esta abogada, incluso estando muerta. Tendríamos que haberla envenenado antes.
– Teníamos mucha competencia -replicó el séptimo y último fugitivo-. Pero nosotros nos llevamos la recompensa.
«Los tenemos», se filtró por el pinganillo.
Los falsos sollozos cesaron. Los presentes se quitaron sus abrigos, dejando al descubierto unas pistolas que encañonaron a la banda de “los siete enanitos”.
“Blancanieves” despertó, los apuntó con su pistola y dijo: – Cogito, ergo sum.
+12
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Aaaihooooó
Aaaihooooó
Entre reeeejas a descansar!!!
….
Aaaihooooó
Aihó
Aihó
Aihó!!!!!
Mi voto para el relato más original
Gracias Isidoro
Juan José, una versión muy diferente del cuento original. ¡Enhorabuena!
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos.
Muchísimas gracias Pilar por tus palabras. Saludos
Ergo… la que cogitó la encerrona fue Blancanieves.
Muy bueno.
Suerte, Juan José.
Jajajaja… Gracias Manuel por tu simpático comentario