Imagen de perfilUN GRANO DE CENTENO

LOLA SANABRIA GARCÍA 

‘A menos que enseñemos a los niños la Paz, alguien más les enseñará la Violencia’ (Colman McCarthy).
El guiso se hace en la cazuela. Samuel quiere cooperar. Le pido el orégano. Abre la puerta del armarito, coloca en fila los botecitos de especias y los pone a pelear. Busco instintivamente la alianza en mi dedo. La perdí con Antoine, lo mismo que mi trabajo como abogada especialista en derecho internacional. Ayudar a ONG a rescatar a los niños de un infierno. Ese era el trato. No implicarme personalmente. Pero la solidaridad y el apoyo no siempre los protegía a todos. A aquel niño no pude dejarlo atrás. Un caso difícil, mucho. Tenía la mirada dura de los que les han arrancado la infancia de cuajo. Se aferraba al fusil. Sacarlo de allí y fortalecer el músculo del amor se convirtió en mi prioridad y el mayor reto de mi vida.

 

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