FUTURO NEGRO
Margarita del BrezoTal y como están las cosas, pensé que era mi responsabilidad como abogado tomar cartas en el asunto, y de manera urgente además. Le esgrimí primero el argumento de que había que fortalecer su seguridad. Ni se inmutó. Pasé entonces a explicarle que ante la diversidad de colores existentes en el panorama político y social: rojo, azul, morado, verde, naranja,… con esa pinta era un blanco fácil. «Hasta arcoíris hay», terminé exhausto y con tono de súplica mi larga exposición en un último intento de hacerla reaccionar mientras, al gesticular, la brocha mojada en pintura rosa fosforito que sostenía en mi mano me salpicó el traje. Y lo conseguí. Posó la balanza sobre la mesa, se atusó la melena y, ajustándose la venda de los ojos, me miró y respondió solemne que no, que Ella ha sido, es y será siempre transparente. Ahora me encargo del mantenimiento de los juzgados.
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Divertido relato, Margarita. Quizá si el protagonista hubiera elegido otro color menos fosforito habría tenido más posibilidades de llevar a buen puerto su iniciativa. O quizá no… Parece que, además de ciega, nos ha salido cabezota la Dama.
Mi voto y un besote.
O no le gusta el rosa, vete tú a saber, que la Justicia es muy suya (por suerte).
Gracias por comentar, Ana María.
Un beso
Un relato estupendo, Margarita.
Mi voto para tu colorida e ingeniosa historia.
Para ti un beso y mucha suerte.
Muchas gracias, Ana Isabel. Seguiremos coloreando la vida.
Un beso
Vuelves a sorprender con tu enorme relato, Margarita. Cada cual ve a la dama como le interesa, unos hasta la ven deambular desnuda por los pasillos… No he tenido yo esa dicha. Pero tú la has vestido como debe ser y estar, transparente siempre.
Enhorabuena !!!
Es que Nicolás tiene mucho arte. Yo me tengo que conformar con verla por el día, cuando ya se ha puesto presentable, como la mayoría de los mortales.
Esperemos que desnuda o vestida, siga con su transparencia.
Gracias por tu cariñoso comentario, Guillermo.
Espero que a tu elegante Dama no le salga a su encuentro alguna rata despistada (que de todo hay por nuestros Juzgados, te lo digo yo, por experiencia), y del susto, se le caiga la balanza y la venda de los ojos, se desmelene, y se manche con la pintura rosa que porta. Gran relato, mi voto y abrazo,
Lo de las ratas es para nota, para tomar nota, quiero decir. Solo imaginarlas, me dan repelús. Menos mal que tenéis defensas para todo, hasta para los sustos.
Un abrazo y mil gracias, Francisco José
Margarita, este mes los dos a vueltas con la Justicia. Yo la desnudo y tú la conviertes en transparente, que no translúcida. Hermoso relato, tan bien estructurado y escrito como siempre. Enhorabuena, mi voto, y un abrazo
No leo ningún relato hasta que no he enviado el mío para no dejarme influir. Pero ahora que al fin lo he hecho, el tuyo no tiene punto de comparación con el mío, parece que hablamos de cosas diferentes. ¿Me prestas un poquito de tu sensibilidad a la hora de narrar, Nicolás?
El abrazo te lo envío aunque digas que no.
Gran relato y mejor final. Esta justicia tiene las cosas muy, muy claras. Es incombustible.
Un abrazo, Margarita
Y esperemos que siga así por los siglos de los siglos.
Gracias por comentar, María.
Un abrazo
Ja, jaaa… muy buen relato, Margaaaa!!!
Entre el pobre abogado que se ocupa del mantenimiento y esa Justicia tan «recta» como siempre… y los colores… arcoíris (alusión a la variedad actual de tendencias) y blanco y negro, en ese toma y daca con el color de la estatua y el futuro que nos espera… genial!!!
Te felicito y te mando mi voto!
Un abrazo y buen verano!
Marta
Chica, es que no me gusta nada el negro para el futuro, y me he hecho con un cargamento de fosforito de todos los colores para que se vea bien no vaya a ser que me despiste y me meta en el futuro de otro.
La Justicia lo tiene claro y rehusó así que me sobra un poco, ¿quieres? ;-)
Un abrazo y buen verano para ti también.
Así de transparente deberíamos ser todos, no solo la Justicia. Enhorabuena Margarita por este relato en el que los colores de los partidos no son capaces de engatusar a la Dama de la balanza.
Tienes mi voto y un saludo cordial.
La transparencia solo está de moda en las blusas. Debe de ser que no nos gusta que nos vean las ideas o las entrañas. Es peligroso porque entonces saben dónde apuntar para que duela más. Por suerte todavía queda gente que se arriesga a que le disparen.
Gracias por tu comentario, José Manuel
Un saludo
Genial pero lástima que sea ciertamente ficticio.
Pero que no sea por no ponerle ganas. Y por denunciarlo. Por denunciarlo, también.
Gracias, Juan Antonio.
Muy bonita fábula. Y pictórica, Margarita.
Justicia transparente, pero no de cristal, susceptible de romperse en mil pedazos, como la
Mujer de la canción de Víctor y Diego.
Mi voto. Entregado a tus colores (o tu color), cual hincha futbolístico.
Un beso, Margarita
Hay que ponerle color al calor del verano, pensé, pero pintar «la vie en rose» me salió mal y ahora solo me queda cantar con algún que otro desafino a todo volumen, hasta que tiemblan los cristales y mis cuerdas vocales (solo hay que ver mis rimas, así es imposible). La próxima vez lo intento con el magenta.
Mil gracias, Manuel.
Un beso
Wawww! Ibas a rebufo y en un plis plas me has pasado como una exhalación. Tienes a un abogado, a San Pedro y a la otra «dama» a tiro de piedra, y una vez superados solo te quedará vencer a los neardentales y protegerte del lanzamiento de sus piedras que, siendo del Neolítico, son verdaderos especialistas.
Enhorabuena y a por el sprint final.
Eso digo yo, ¡Wawwwwww! Y requetemiauuuu también.
Y al hilo de tu comentario, y aprovechando que no nos oye nadie, te diré que hace mucho tiempo (que se cuenta en años ya) que no me creo casi nada del voto del público, y cada vez menos, por desgracia, pero al menos, lo veía desde la barrera y allá cada cual. Pero es el segundo mes que me veo implicada en una votación inflada y no me hace ninguna gracia. Y me consta que a alguno más le pasa lo mismo. Ya hay concursantes que han abandonado por esta causa, de los mejores además (según mi criterio, por supuesto) y es una pena.
Yo seguiré participando mientras pueda porque me gusta escribir y me gusta este concurso. Y porque hay un jurado serio que al final es el que decide.
Las piedras, si te parece, las dejamos para tropezar en el camino, que si no se nos acaba el refrán y las excusas.
Un saludo, Guillermo, y a seguir escribiendo, que de eso se trata.
Yo también lo he notado, pero como a ti, me gusta escribir y me gusta este concurso. Tiene mucho de reto y una extraordinaria competencia, así que seguiremos batiéndonos los sesos por lograr algún día el honorable triunfo. Un abrazo.
La Justicia (así, con mayúscula) no debe adoptar ningún color, equivalente a tomar partido por algo o alguien, n abogado debería saberlo. Aunque el tuyo tuviese buen intención, lo primero es lo primero. Quizá su futuro sea menos negro si se encarga de pintar los juzgados de blanco, todas las profesiones son necesarias.
Divertido y original, Margarita, como tú dices alguna vez: marca de la casa.
Un abrazo
«De buenas intenciones está el cementerio lleno»; no es exactamente así el refrán, aunque podría servir. En lugar de preocuparse tanto por las intenciones, sería mejor detenerse un rato a pensar primero y luego ya si eso…
Aunque no me hagas mucho caso porque mi día hoy es un poco negro (a lo mejor porque ya es de noche y, claro, la noche es lo que tiene, que es oscura).
Gracias por venir hasta aquí y comentar, Ángel.
Un abrazo
Muy divertido, Margarita, me ha hecho risas. Abrazo
Pues riamos mientras podamos, Manuel. No hay nada como estar de buen humor, la vida se ve «más rosa».
Un saludo y mil gracias.
Y que lo sea siempre, transparente, sin dejarse influenciar por ningún color. Enhorabuena por tu micro. Suerte.
Un saludo.
Sí, los colores los dejaremos para pintar una vida mejor cuando el día esté nublado.
Gracias, Maribel
Un saludo
Está la cosa que arde… Apretaditos todos en la clasificación, con el calor que hace, qué barbaridad.
Que nadie se quite la mascarilla ;-)
La justicia no tiene colores, así debería ser.
Maravilloso micro, Margarita.
Chapó.
Así debería ser, digo ya también.
Muchas gracias por leer y comentar, Gabriel.
Un saludo
Qué estupendo micro, Margarita.
Enhorabuena, tienes mi voto.
Un abrazo.
Muchas gracias, Aurora. Me he puesto toda colorada.
Un abrazo
Bonita metáfora sobre la transparencia de la Justicia valiéndote del arco iris parlamentario. A ver si los políticos toman nota de su imparcialidad y dejan de inmiscuirse en los asuntos judiciales. Mi voto y mi abrazo.
Ojalá, Esteba, ojalá, porque da un poco de miedito ese afán de pintarlo todo de colores.
Un abrazo