Algo más que persuasión
Mikel Aboitiz Enrique, mi abogado, salía al paso de dificultades evitándome riesgos inútiles. Buscaba preservar mi visible tranquilidad frente a los testigos de cargo. Tenía una labia exquisita, capaz de crear un tejido de palabras envolvente, persuasorio. Mi mujer compartía ese entusiasmo por su labor y me daba ánimos en los bis a bis a través del cristal. Fruto de dicho entusiasmo quedó encinta. Aquello suponía una doble condena: la pérdida de ella y la de mi abogado. Les juro que no sé cómo, pero él logró evitarlo. Explicó lo inexplicable, seduciéndome con un entramado de argumentos, sosteniéndome la mirada con esos ojos azules que derretían. Les adelanto el final feliz: libre por falta de pruebas, saqué la pasta del escondite y compré un chalecito donde vivir los tres y criar al niño. Al bautizo Enrique ha invitado a la jueza. Algo me dice que la casa se nos queda pequeña.
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Notarios, secretarios judiciales, procuradores, aún quedan por completar ese equipo y todos son susceptibles de caer en las redes del encanto de este abogado, aunque eso ya tendrías que contarlo con otro formato, ya que dicen los expertos en el género del microrrelato que no conviene la abundancia de personajes. Al final, además, el chalecito parecería el camarote de los hermanos Marx.
Si algo conviene a un letrado es estar en posesión de labia y capacidad de persuasión, de las que tu protagonista demuestra estar más que sobrado.
Un abrazo y suerte
A esas dotes de persuasión para tu protagonista le conviene también un bolsillo y posibles acordes a tanta semilla envuelta en palabra vertida. Mi voto y un abrazo!!
Me encanta, Mikel, la red de relaciones que has montado y la generosidad de tu protagonista. Mi voto.
Un relato muy divertido y muy bien escrito. En el diccionario, sin duda, la foto de tu abogado debe acompañar la definición de persuasión. Enhorabuena, Mikel, mi voto y un abrazo.
Me encanta, Mikel. Cuando una ya se ha hecho una idea de cómo va a acabar el asunto, vas y le das la vuelta a la tortilla. Un final muy divertido. Suerte y mi voto.
The Pilot series for IWC has an unmistakable look, and that look is displayed here in full force – in a package which exudes the military fighter pilot spirit of the Top Gun program. The watch itself is meant to withstand the extreme strain that pilots experience link in the cockpit of supersonic jets like the F/A-18 Super Hornet, according to IWC. Accentuating this idea is the fact that the sapphire crystal is secured against displacement by a drop in air pressure.