SOPA DE GANSO
Esteban Torres SagraCada magistrado igual: “¡que no se puede fumar, señor letrado!”, y yo: “¡que ya lo sé, que está apagado, señoría, pero que, si no le importa, el puro forma parte de mi idiosincrasia!”. Y que las cejas pobladas y el mostacho son naturales, legado o condena de mi abuelo, y que las gafas me las compré al empezar la carrera.
Cuando puedo introduzco la frase “la parte contratante de la primera parte…” mientras paseo de un lado al otro de la sala ligeramente encorvado y con las manos en la espalda.
El jurado está más pendiente de mi puesta en escena que de mis argumentos: la mayoría de las veces despierto su ternura animal y se ponen inconscientemente de mi lado. La culminación de mi defensa llega cuando mi compañero, para protestar, con sus guedejas pelirrojas, su mirada dulce y poniendo cara de idiota, hace sonar una bocina.
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Jeje, que bueno, Esteban. El puro, el bigote, las cejas…y hasta la pose. Mi voto para los Marx.
Un abrazo.
Muchas gracias, Ana Isabel.
Amigo Esteban, ¡qué bueno verte de nuevo por estos lares! Y qué bueno tu relato, dándole color al blanco y negro de los hermanos Marx. Sublime tu puesta en escena con ese sentido del humor que te caracteriza, y que tan agradable es de leer en estos ruinosos y agrios tiempos.
Y siguiendo con la segunda parte de la parte contratante…, ¿me sigue usted?, pues deje de hacerlo o voy a llamar a la policía, pero antes le diré que encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo tus relatos.
Gracias Guillermo. Hay meses que uno no da con la tecla. Un abrazo.
Agudísimo Esteban. Mec meeec. Y lo mejor es que tienes pinta de tener unos principios de repuesto. Suerte con este gran relato.
Muchas gracias Ángel. Un abrazo.
Muy acertada y peculiar tu intertextualidad. Groucho estaría orgulloso de leer tu micro, Esteban. Te dejo mi voto y mi enhorabuena. Un saludo.
Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
¡Este caso está ganado!
Gracias. A ver si hay suerte.
Nada menos que los Hermanos Marx. O sea, poco más que añadir. Un relato magnífico, Esteban. Muchísima suerte con él. A partir de ahora, no se me olvidará llevar una bocina en el maletín. Mi voto y un abrazo
Gracias, paisano. Un abrazo.
Meeeeencaaanta, Esteban!!!
Me he reído mucho… fantásticos esos hermanos Marx letrados!!!
Suerte y mi voto!!!
Marta
Muchas gracias, Marta. Tu sonrisa ya ha justificado el texto sobradamente. Un besito
Y rezará el epitafio de ese abogado grouchiano: «Disculpe, señoría, que no me levante.»
Mucha y buena suerte, Esteban.
Gracias, Manuel, por tu voto y tu homenaje al gran Groucho.
Con tus protagonistas seria desternillante una noche en los juzgados. Enhorabuena, Esteban. Mi voto y suerte.
Muchas gracias, Juan Manuel. Un abrazo.
Si yo fuera juez y tuviese que lidiar con un abogado como Groucho, acompañado de su no menos desternillante hermano Harpo, me resultaría muy difícil, por no decir imposible, ceder ante sus argumentos, fuesen los que fuesen. Es lo que tiene la genialidad, unos personajes que han hecho rendirse a carcajadas a media humanidad durante generaciones. Con unos fichajes como ellos tu relato, unido a tus letras, solo podía dibujar una grata sonrisa, por lo acertado de la elección, y mover al aplauso.
Un abrazo, Esteban. Suerte
Michas gracias, Ángel. Un placer siempre leerte.
Enhorabuena por tu relato, Esteban. Te envío mi voto para que sigas sumando, suerte!
Saludos
Muchas gracias. Un saludo
Cómo me ha gustado, Esteban. Es tan plástico que me parece estar viendo a esa pareja en la sala del juzgado, haciendo de las suyas. Ya me estaba asomando una sonrisa según iba identificando a Groucho, pero la frase final me sacó la carcajada.
Enhorabuena y un voto más.
Muchas gracias. Creo que los micros deben, entre otras cosas, hacer sonreír. Un besito.
Me leo tu micro atraído por el título y no desmerece. Un homenaje logrado a quizá la mejor peli de los hermanos Marx. Comparte el humor surrealista de la película.
Congrats!
Muchas gracias Manuel. Un abrazo.