Nostalgia
Anselmo Carrasco MerloSu señoría le observaba durante la declaración. La actitud altanera del imputado durante el interrogatorio incisivo del Ministerio fiscal le hacía rememorar tiempos pasados de pesadilla infantil. Ese año era precisamente el décimo aniversario de su judicatura y, ¡qué mejor manera de celebrarlo! Una vez finalizadas las declaraciones y elevadas las conclusiones a definitivas, el fiscal se limitó a acusar en su informe y la abogada defensora a solicitar la absolución bajo el amparo de escasez probatoria. Ya pidió el sobreseimiento en la fase de instrucción mas el procedimiento continuó, aunque las pruebas aportadas eran insuficientes para condenarle. Cuando salieron de la sala, el investigado se dirigió a su letrada y le comentó que fuera preparando el recurso de apelación porque habría sentencia condenatoria: reconoció en el juez a aquel niño apocado y bobo del colegio al que hizo atravesar con la cabeza el panel de la puerta de clase.
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Estimado amigo y compañero Anselmo: ya es costumbre leer tus micros seleccionados en este foro y son de gran valor. En este último, el imaginario invita a concluir que la sentencia fue condenatoria y que la venganza se sirvió en un plato frío, pero me gustaría pensar que aquel juez dio una lección al imputado y se alzó la absolución en justa aplicación de la Ley. Días más tarde, el Juez recibiría una carta de disculpa por aquel incidente pueril. Si el Fiscal descubriera la carta, ¿podría plantear la nulidad de actuaciones al no haber podido conocer ese hecho que hubiera significado la recusación? Ufff que rebuscado… Ahí lo dejo, jajaja. Enhorabuena por tu relato y mucha suerte. Un abrazo.
Sí, rebuscado pero interesante a la vez. Daría para un relato más extenso pero no da para más. Gracias y un abrazo.
Nostalgia y una manera de hacer justicia, andando el tiempo, aunque sea aprovechando otro caso que no viene a cuento, pero sí a la memoria que duele al alma. Enhorabuena y mi voto.
La espera, el tiempo y la casualidad pueden ayudar a terminar con los malos recuerdos. Gracias, Juan Manuel.
Algunos cambian; otros, no. Y la vida se abre paso como puede entre todos.
A veces las experiencias amargas nos marcan y no nos hacen avanzar. Gracias, un saludo.
Qué revanchica, Su Señoría. Los jueces no deberían tener memoria, ni opinión, ni tantísimo poder, pero en fin… Brillantísimo relato, Anselmo, mi enhorabuena, mi voto, y un abrazo
Los jueces también son personas, con sus logros, sus esperanzas, sus traumas. ¿Quién no siente la tentación de la venganza fría en un momento de oportunidad contra quien te ha marcado negativamente? Gracias, amigo. Un saludo
Jaja, la venganza se sirve en un plato frío, y a buen seguro que ese juez la va a cocinar… Mi voto para esa sentencia «nostálgica», Anselmo. Suerte