Mientras preparaba los fastos del 425 aniversario del ICAM, un compañero me derivó un asunto peculiar. Unos jóvenes habían sido denunciados por su comunidad de vecinos por instalar sin permiso unos paneles solares en la azotea de su edificio. No había ningún delito del que les pudieran acusar, al tratarse de una cuestión meramente civil, por lo que se dictó auto de sobreseimiento y la denuncia se archivó sin más. Pero cuando les pasé la minuta por mis servicios, me propusieron pagarme en especie. Indignado por su propuesta, me personé en su domicilio a reclamar el pago. Bajo la luz de potentes lámparas led crecían unas docenas de plantas de marihuana que cultivaban en su piso ¡¿Qué clase de abogado se pensaban que era?!!! Pero lo cierto es que se trataba de material de primera y hemos pactado una iguala por mi asesoramiento legal que estimo beneficia a ambas partes.
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La supervivencia obliga a reinventarse o morir en el intento. ¿La iguala también era en especie? Buen relato, Manuel. Inauguro tu casillero de votos. Un saludo.
Me da que sí… muchas gracias, FJ!
Ja ja ja, más vicio que una garrota!!!
Terapéutica, sólo terapéutica.
Con un material de primera no cabía otra solución. Buen relato. Enhorabuena, mi voto y un saludo.
Doble cero, Nicolás, doble cero. Muchas gracias!
Muy original. Hay que estar muy atento a las posibilidades que ofrece el mercado para cobrar el trabajo. Mi voto y suerte.
Cuánta razón tienes. Muchas gracias!
425 años propiciando los pactos, por encima de los pleitos. Ha cumplido el mandato deontológico del Colegio.
Suerte, Manuel, tocayo.
Un abrazo.
Gracias, tocayo!