QUIEN ROBA A UN LADRÓN…
LOLA SANABRIA GARCÍA Margarita está sentada bajo el panel luminoso donde van saliendo los vuelos; lo mira con atención mientras protege con sus manos el tesoro de su bolso. Llegará a su país para el aniversario de su marcha, huyendo de la pobreza. Vuelve con las manos rebosando amor, sí, pero también comida, juguetes, y golosinas para sus hijos. Atrás deja la denuncia de su empleador. ¿Espió al señor cuando abría la caja fuerte, para obtener la clave? ¿Dónde estaba el dinero? Acusar sin aportar pruebas, más cuando se trata de dinero negro, circunstancia de la que no había sido informado, lo único que podía traerle era problemas, le dijo su amigo el juez en su despacho antes de hacer público el sobreseimiento de la causa.
Margarita suspira hondo y libera la rabia acumulada por tantas humillaciones y trabajo mal pagado cuando se levanta y camina hacia la puerta de embarque.
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Un perdón que no le impidió el regresar a su país de origen y una vuelta a empezar. Mi voto y mucha suerte.
Muchas gracias, Juan Manuel.
Llevaba consigo la indemnización por despido improcedente, cargando de forma procedente con el dinero. Suerte con tu micro Lola. Un voto más a tu casillero y un abrazo.
Muchas gracias, Francisco Javier.
Un abrazo grande.
Se ha hecho justicia. Poco más que añadir, salvo que es una historia muy bien contada. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Muchas gracias, Nicolás.
Un abrazo.
Consigue transmitir algo parecido al desasosiego. Tienes mi voto.
Mil gracias, José Ignacio.
Un abrazo.
Como siempre, historias dulces y amargas las tuyas, Lola, amén de muy bien contadas. Mi voto y suerte para tu Margarita. Un abrazo.
Gracias, Eva.
Suerte y otro abrazo para ti.