Ojos vendados
Gustavo Adolfo Carrión Carrillo · MurciaSeguía sin recibir ninguna llamada y escribió a sus amigos: “Me apunto al chiringuito. Por la ola de calor este finde descansan los delincuentes.” Pero, anunciando el fin del día soleado, tronó el teléfono: “Hay un detenido”.
El abogado de oficio fue a verlo consultando en su móvil un artículo del Código Penal. De repente, notificación de nueva foto en Instagram: la mano de un colega sostenía una cerveza reluciendo la playa al fondo.
Suspiró.
Distante, informó al detenido de la rebaja de la multa reconociendo los hechos. Éste puso de manifiesto su inocencia, alzando las manos indignado. El abogado se fijó en ellas, envejecidas, agrietadas. Como las de su abuelo, por trabajar de sol a sol en el campo.
Se decidió a programar el apagado de notificaciones y guardó el móvil. Si la Justicia se venda los ojos es para no ver fotos playeras cuando toca currar.
– Cuéntame.
+1
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Mi voto para ese abogado cumplidor y trabajador a pesar de los cantos de sirena del Instagram y notificaciones del móvil. Mi voto y suerte.
Efectivamente, supo resistir a los cantos de sirena, como Ulises.
Muchas gracias por el voto y comentario, que me estoy iniciando en esto del microrrelato y me anima a continuar.