Ley de costas (teñidas de rojo)
Emilio Marfull · AlicanteEl aroma del café flotaba, como cada mañana, frente a la pantalla del ordenador; la vista se le nubló.
No era el calor de la bebida lo que empañaba sus gafas, sino la vergüenza que transmitía aquella noticia. La interminable fila de personas, al parecer desnudadas por las autoridades turcas, y abandonadas en las proximidades de la frontera griega, que hace milenios marcaba el linde de la barbarie y la civilización.
«Bárbaros».
Poco han cambiado término y frontera. Posó la vista sobre la nueva reforma del Reglamento de Extranjería.
Siempre le dolió ver al Derecho, esa expresión colectiva de la resolución racional del conflicto humano, reducido a «papel mojado». En especial, que nos resultara más chocante la visión de un ser humano desnudo que uno muerto. Sobre playas, previstas en una ley de costas sin cláusula alguna capaz de finalizar las muertes en la frontera de la «civilización».
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Emilio ,un relato muy bien escrito ,enhorabuena ,tienes mi voto.
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