Imagen de perfilUN SUEÑO LLAMADO “IGUALDAD”

MCarmen Sancho Quero 

El peligro de muerte se puede sentir tanto a un milímetro como a millones de kilómetros del caos instalado.

Vengo de un país en el que la forma de legislar es inhumana e irracional. Diariamente, realizan detenciones arbitrarias, vejaciones y torturas en prisión, los inculpados penalmente no tienen derecho a un abogado y la mujer no puede ejercer la abogacía porque meramente es un objeto. Solo existen víctimas y opresores. Las marcadas brechas de los contramuros por derruir urgen un sistema judicial propio del Estado de Derecho.

Impactantes máculas rojas quebrando los días, me hicieron huir.

En línea de conciliar tan inquietante traqueteo en un vil panorama internacional, en que, incluso, puede sentirse que la Justicia tiene mermada su credibilidad, me conciencio de la imperiosa necesidad de seguir subiéndonos a un estrado. Hoy, soy penalista y, con cinta violeta en la muñeca, defensora de mujeres víctimas de violencia de género

 

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1 comentario

  • Anyway, who am I to complain about a $12,000 Cartier in great condition? While not perfect for me, that thing was sweet – and after wearing it around I would never again think I could satisfy myself with anything but a real watch, one that would deliver at least a flesh wound to the pocketbook. I feel bad for really rich people, actually, that they don’t know the thrill of this! May they link learn it one day!