DESORDEN
ANTONIO LUIS MIRANDA SANCHEZ Cierro los ojos para intentar huir de esta conversación que no entiendo, para evitar esa mirada adornada por una sutil sonrisa que me resulta desconocida. Quiero irme a mi casa, pero una voz serena me asegura que ya estoy en ella. Vuelvo a abrir los ojos en un efímero intento de despertar. ¿Estaré soñando? Me quiere proteger, me dice mientras toma mi mano y la acaricia con ternura. Noto su viva calidez. Sigue hablándome, pero sus palabras se diluyen en lo más profundo de mi memoria. El tacto de su piel es suave y me concentro en esa agradable sensación. Las frases de su discurso se desordenan como piezas caídas de un puzle incompleto: “Decreto del gobierno”, “meses o años”, “recurso pendiente”, “afrontar el procedimiento”, “desahucio paralizado”. Quiero volver a casa, le repito. Me siento confundido, no comprendo nada. Indeciso, pregunto:
— ¿Eres mi hija?
—No, Jaime, soy tu abogada.
+9
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


Some in the past have called the Explorer boring – well, haters can’t say that anymore. The heightened emotions and link strong opinions circulating about this watch only reinforce that it’s as relevant as ever. For me, the sheer surprise has yet to wear off. The fact that a two-tone Rolex Explorer even exists leads me to believe I’m in some sort of bizarre lucid dream. Please don’t wake me unless you’ve got one of these bad boys waiting on a satin pillow for me to try on.