La sombra del limonero
Cecilia Piris AsiáinMi patio tiene un limonero, refugio umbrío los días de verano. A mis nietos les gusta jugar a pintar con tiza en el suelo de losa de piedra, y a mí me apena en secreto fregar sus dibujos, cada uno de ellos una mariposa fugaz, símbolo de la inocencia y felicidad de la infancia. Me consuelo pensando que mañana pintarán más, mientras los adultos dejamos pasar las horas en apacible conversación. Mi casa, mi patio, el árbol que planté con mis manos: testimonios mudos de una vida de cuidadoso ahorro. Sueño con que mis bisnietos, y sus hijos después de ellos, pintarán en el suelo mientras sus padres charlan sentados «a la fresca».
Llama mi abogado: mañana van a peritar la vivienda para subastarla. Le pregunto cómo van a valorar los dibujos de tiza, la sombra del limonero, mi sueño roto… A mi abogado le tiembla la voz.
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Lo peor de todo, es que es una CRUDA REALIDAD.
Siempre nos quedan los recuerdos.
¿porqué nos roban los sueños?
Un relato muy potente y muy bien escrito