MÉDICO CONSERVACIONISTA
ALBERTO EZQUERRA GÓMEZ · MADRIDEstudiaba tercero de Medicina. Ese año mi primo mayor comenzó a ejercer la abogacía y me invitó a su primer juicio de faltas. Defendía a un robaperas cazado infraganti. En cinco minutos estaba condenado.
Pero ese momento me bastó para quedar prendidamente enamorado de su profesión. Nos sobraba tiempo y estuvimos en varias vistas más.
Mi fascinación crecía día a día por tan singular ecosistema. Repartía por igual las aulas y los estrados. La diversidad de los letrados me fascinaba: unos eran soberbios y altivos, otros genuflexos y obsecuentes. Unos apasionados, otros flemáticos.
Hoy soy médico y tengo por misión proteger a los letrados. En medio de la degradación de valores imperante, el abogado representa la última esperanza de una sociedad sostenible, limpia y justa. Soy ecologista y pongo mi granito de arena para la conservación de tan preciosa especie.
Por eso nunca cobro la consulta a un abogado.