UN MAL SUEÑO
AGUSTINA HERRANZ GONZÁLEZSe levantó a las seis de la mañana, después de una noche en la que apenas había conciliado el sueño. Tras más de una hora de viaje en medio de un tráfico infernal llegó a su despacho y repasó una vez más el plan preconcebido para la defensa. Releyó la lista de preguntas, ordenó la documental, repasó el informe oral… Por fin, el juicio, su primer juicio. Un delito contra la salud con decomiso incluido. No pudo ir peor. Todos los testigos declararon en contra del acusado (falso testimonio, dijo él). Ya en la calle, su cliente se mostró abiertamente hostil y le recriminó su impericia. Se despertó porque le faltaba el aire y se sentó en la cama de un salto respirando entrecortadamente, hasta que en su mente se hizo la luz. ¡Estaba en su primer año de carrera! Tal vez, solo tal vez, debería replantearse su futuro.