MADRE EJERCIENTE
Laura Panach MuñozNo os engañéis. Conciliar vida personal y laboral es de lo más difícil que hay. Hoy mismo he despertado a los niños, he preparado su ropa, su desayuno y cuando he ido a recoger del tendedero la camisa que me lavé anoche a las 23:30 ¡se la había llevado el viento! El grito que he pegado ha debido oírse en toda la comunidad de vecinos, pero es que no tenía plan B. Todavía tenía que llevar a los niños al colegio y llegar a tiempo al pleito de las 9:30. Me he serenado, he respirado hondo y he encontrado la solución. Si me cruzo bien la toga y no me quito el pañuelo del cuello, ¿quién se va a percatar de que llevo una camisa llena de huellas de deditos pringados de chocolate y una mancha azul de procedencia desconocida? Solo una madre sabe valorar la utilidad de una toga.
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Cuánta razón, jaja! Mi voto y suerte.
Muchas gracias