UN LETRADO SIN ADN
Aurora Roger TorláSoplan vientos de cambio. Hay una epidemia de despidos en los bufetes. Ross, el robot-abogado que no almuerza, tramita expedientes día y noche. Ya imagino al siguiente modelo de IA subiendo al estrado con camisa, toga de alpaca y peluquín. Llevamos toda la vida en el mundo de la abogacía, asistiendo a pleitos. Esta comunidad de abogados y procuradores nos es tan familiar como un patio de vecinos, conocemos palmo a palmo los juzgados y salas de vistas. ¡Malditos amasijos de metales y cables parlantes que nos van a jubilar! ¿Acabaremos recicladas como puntillas de unas enaguas?
-Margarita, hermana gemela, cálmate. Somos puñetas de encaje de bolillos cien por cien de algodón. Y continuaremos en la misma importante familia que nos acoge desde hace noventa años. El futuro ayudará a conciliar ambos recursos, letrados y robots se complementarán. Sobreviviremos los mejores, como siempre.
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Espero que ese futuro que nos haces visualizar tarde en venir, aunque llegará, llegará…. Mi voto y suerte.
Un futuro muy plausible, aunque de momento la IA necesita de humanos para crearlos y programarlos. Seria bonito convivir.
Tienes mi voto.
Mucha suerte!