Quien a hierro mata…
Miguel Jiménez Salvador · Hospitalet de Llobregat (BARCELONA)Era la quinta vez que me enfrentaba en pleito a “Martillo” y, en las precedentes, había hecho honor a su apodo. Yo había sido un simple clavo más. Él, consciente, me miraba de soslayo con una mueca de sorna. Herido de orgullo había presentado mi acusación con especial virulencia, pero él se había zafado bien de mis envites. A la salida de la vista se me acercó para susurrarme al oído. – Cuidado con echar más leña al fuego, a ver si la hoguera te acaba quemando a ti. El informe de la Comisión Urbanística iba a ser clave, aunque era sabida la capacidad de “Martillo”, y entorno, para influir en las conclusiones de las Comisiones. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, pero no contaba con un menú especial. Entre los miembros de la comisión, se había colado una antigua novia del abogado defensor.