Imagen de perfilEL ASESINO DE WUHAM

LUCÍA EZQUERRA GÓMEZ 

Me acaban de asignar un caso extraordinario en el turno de oficio. Viene de una remota provincia de China. De allí pasó a Irán, Italia y le detuvieron en Madrid.

Es un asesino en serie, cruel y despiadado. No tiene Dios ni señor. Su mirada es fría y tiene la determinación implacable de seguir causando dolor. No necesita discriminar: ricos y pobres, guapos y feos, qué mas da. En su furia ciega iguala nuestra desigualdad.

Ha abierto una brecha en la falsa seguridad de nuestra sociedad. Ha puesto de manifiesto nuestra fragilidad.

Es la oportunidad de mi vida, pero me repugna. Podría renunciar a llevar el caso, pero debo ser consecuente y defenderle para que se cumplan los sagrados derechos constitucionales a la defensa y a la asistencia de letrado.

He dado positivo. No puedo respirar. Me están intubando. Han suspendido los plazos procesales. Tengo que aguantar como sea…

 

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