Injusticia
Carmen Valencia García · Las Rozas de Madrid (Madrid)No cabe ni un niño más en la sala, pequeña como una lata de sardinas. Se han reunido todos los del pueblo e incluso algunos adultos escuchan el interrogatorio desde el exterior. El juicio contra el gato Trasto despierta mucha curiosidad. De un lado, el acusado y su dueño, antes mi mejor amigo. De otro yo, el propietario de la carpa asesinada. Frente a nosotros el juez, que aunque ha venido vestido de monaguillo y permanece bajo el palio de un paraguas de caballero para mayor solemnidad, está más atento a las carantoñas del gato que a las declaraciones de los testigos. De repente, el presunto asesino se escabulle entre las piernas de los asistentes. El tribunal se dispersa para buscarlo sin haber dictado sentencia. Hoy no habrá justicia para la carpa.