LA TOGA TÓRRIDA
Claudia Peña Núñez · Madrid¿Pensará en mí? ¿La veré hoy? ¿Me querrá? Son preguntas que me hacía mientras estaba colgada junto a mis compañeras en la intimidad de aquel oscuro armario. Tantos años intentando conquistarla y al final siempre se va con otro…
Mientras pensaba en ella, un joven abogado abre la puerta y me descuelga. Me coloca sobre sus hombros y, aunque no soy su talla, se decide por mí. Entramos en sala y al caminar hacia el estrado por fin la veo, elegante, seductora y a la vez impasible y distante. Su traje negro, el encaje en la manga, el broche sobre el pecho… ambos sabemos que no podríamos vivir el uno sin el otro.
Es mi turno. Trato de seducirla, pero cada vez es más difícil… hay tantos pretendientes… y ella es tan racional… Termina mi declaración y vuelvo a mi armario. Otro día sin ella, otra traición, otro expediente fallido…
+37
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola, Claudia.
Una personificación de una toga muy original. ¿Por qué no van a tener sentimientos?
Suerte.
Un abrazo.
Hola Towanda.
Muchas gracias!!
Un abrazo.
¡Me ha gustado mucho!Merecido voto para ti y tu relato.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Ernestina!!
Un abrazo!
¿Es bizantina una discusión sobre el sexo de las togas?
Suerte, Claudia.
¿La toga o el togo? quien sabe…
Gracias y un fuerte abrazo.
Muy, muy original.
Me gusta.
Suerte Claudia.
Muchas gracias Olga!!
Un abrazo.