La carta
Ricardo Cantalapiedra Ortega Llegó la carta de un juzgado. La leí. No entendí gran cosa. Mi única experiencia jurídica había sido con un legado testamentario años atrás. Como un animal perseguido, a la carrera, me puse a buscar abogados en internet. Elegí a una señora, que vivía cerca de mí. Me imaginaba ya con todo embargado. Empezar de nuevo en un lugar lejano, para evitar la burla de mis vecinos. Llegué al despacho con mi carta; ni siquiera pedí cita. Me dijeron que no era lo habitual, pero aún así me iban a atender. Por fin entré en el despacho de mi abogada y le mostré la carta. Me presenté y leyó el documento. De una forma dulce me comentó la situación. La carta era para otra persona y la habían metido en mi buzón por error. Yo no había leído bien el nombre. Menuda escena.
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Recibir un documento oficial impone, pensamos por ejemplo en una multa de tráfico, pero si viene de un juzgado, es hasta cierto punto lógico sentir un escalofrío. Tu personaje se dejó llevar por ese miedo inicial y hasta comprensible, tanto, que ni siquiera comprobó que la carta no iba dirigida a él, sin pararse a pensar en la posibilidad de que el error humano existe. Lo que no sabemos, queda a criterio de cada uno, es si esos temores tenían un fundamento previo, si daba por hecho que algo así tendría que suceder un día u otro, con motivo de alguna actividad de la que no debía de estar orgulloso.
La historia de un sencillo equívoco, aunque angustioso para el protagonista, que casi recuerda al de «El proceso» de Kafka.
Un saludo y suerte, Ricardo
Jajajajaja. Muy buen final, Ricardo. Suerte, y mi voto !!!
Un saludo
A veces los nervios juegan malas pasadas. Quizá ahora esa abogada volverá a ver a tu personaje, teniendo que defenderle al abrir una carta que no es suya sin consentimiento de su destinatario. Muy bueno, Ricardo. Mi voto, suerte y un saludo.
Not only is the case ceramic, but the bezel is too. It’s been finished in matte, lending a sort of special-ops character to a watch that normally exists on the dressier side of the tool watch spectrum. Tudor has, historically, tested out ideas link at Only Watch, and some of the concepts have made it into production. A neat feature of this iteration is the display back that shows off the MT5602. The rotor is, naturally, ceramic.