VOCACIÓN
Epifanio Quirós TejadoComencé la carrera de derecho con la ilusión de convertirme en el abogado más seguro, que contribuyera a hacer justicia y acabase con los entuertos de este mundo injusto y feo.
Me convertí en un animal jurídico, capaz de despedazar al adversario más feroz antes de empezar el proceso.
Poco a poco me iba dando cuenta que el mundo no mejoraba con mi trabajo; que yo no era más feliz que al empezar mi carrera; y que no tenía la ilusión de los inicios.
Sentía que mi legado no podía ser tan material y vacío.
El cambio se produjo cuando mi mujer me obligó a atender a una madre refugiada con su bebé en brazos. Su mirada, tierna y dulce, me enseñó la locura quijotesca de luchar contra gigantes imposibles.
Hoy solo atiendo, gratuitamente, casos humanitarios extremos y desesperados. Ahora soy feliz.