El mejor cliente
Monica Graciela Lafrosse · ARGENTINAMientras que la policía portuaria buscaba algún indicio que esclareciese el asesinato perpetrado a una joven corista en el burdel del desembarcadero, la madame, dueña del prostíbulo, observo a través de la ventana, como se alejaba uno de sus principales clientes: Un robusto hombre de nacionalidad extranjera y biceps tatuadas, que exultante atravesaba la feria de artesanos rumbo al muelle, donde anclaba su vetusto barco. Cuando los funcionarios la interrogaron sobre la última persona con la cual la occisa había pasado la noche. La decrepita y pintarrajeada mujer encendió un cigarro, acomodo el encaje de su enagua e inesperadamente urdió una asombrosa y convincente historia que desconcertó a los uniformados. De esta manera trucó cualquier posibilidad de que su mejor hombre fuese acusado por cualquier ocasional testigo