Final de ciclo
Esperanza Tirado JiménezA veces me siento preso, ahogado por un vacío infinito a mi alrededor. Y doy vueltas en mi sillón, delante del estrado, queriendo escapar. Hay días en que estoy hasta más allá de las puñetas de escuchar declaraciones, de sentenciar y mandar redactar informes que nadie leerá; que acabarán dando vueltas por las estanterías del juzgado hasta que algún documento se traspapele y ya no sirvan.
Me pesan los años, la carrera, la toga… Hasta el mazo parece el Martillo de Thor cuando doy por finalizada alguna sesión.
En ocasiones sueño que me despido y me voy volando con mi toga extendida al viento para liberarme. Sin esperar papeleos ni homenajes con tartas de crema y cava barato. Porque el fin de una carrera no la dicta la cifra de tu nacimiento, ni las estadísticas, ni un informe ambiguo.
El momento de renovación vital llega sin notificación previa sellada.
+13
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Hola, Esperanza, es un placer coincidir contigo por aquí. Tenemos muchos lugares comunes: 50palabras, Radio Castellón (donde por cierto llevas una gran temporada), ENTC, y seguro que muchos más.
Me ha encantado tu relato, ese juez cansado de su trabajo y casi de la vida, lo has contado de una forma perfecta. Enhorabuena y mucha suerte.
Hola Javier,
Igualmente, nos vamos siguiendo o acompañando de relato en relato.
Muchas gracias por tu comentario. A veces todo pesa demasiado. Un descansito a tiempo nunca viene mal.
Suerte para tí también
Bravo Esperanza! Estás en racha! Sigue adelante campeona
Parece que me he cruzado con una estrella que me da suerte. Habrá que aprovecharla. Mil Gracias Jero.
Hola, Esperanza.
Me gusta mucho cómo inicias y cierras el micro.
Felicidades y que siga esa buena racha en la que te encuentras.
Por mi parte, la respuesta es SÍ.
Muchas gracias Towanda. Al final de tanto intentarlo he conseguido ir aprendiendo.
Un abrazo :)
Muy bien descrita esa sensación de cansancio y hastío. Suerte!
Muchísimas gracias Eva
Va a ser que a más de uno están punto de notificarnos -o vamos a conocerlo sin mayores formalidades- ese momento.
Suerte, Esperanza.
También llega un momento en que es necesaria una larga y merecida pausa.
Gracias Manuel.
Saludos
El peso de la vida que va cercenando la ilusión. Pero la esperanza y la fuerza siempre pueden volver. Muy bueno, Esperanza. Un abrazo.
Quizás un poco más de paciencia y ahí están.
Gracias Salvador. Un abrazo.