SIN PERDÓN
Eva María Algar GarcíaAquel juicio me marcó. Lo recuerdo como si fuera ayer, y sin embargo han transcurrido más de veinte años. Defendí a numerosas mujeres ante un despido colectivo encubierto. Habían perdido sus trabajos simplemente por pretender equiparar sus sueldos a los de sus compañeros varones, por intentar conciliar sus horarios con su vida familiar, por anhelar ser madres…Y allí estabas tú. Impasible. Con un traje color crema y mocasines de cuero, cetrino semblante y altiva mirada hacia el infinito desde el banquillo de los demandados. Tras arduas y tediosas sesiones, el Magistrado decidió sentenciar a mi favor. La empresa rehusó optar por la renovación de las empleadas, asumiendo elevadas indemnizaciones. Lo confieso. Fui el germen de tu ruina y tu divorcio. Mas ahora que al fin me permites acercarme, deseo decirte que mi victoria resultó pírrica, sí, pero lucharía aquella batalla nuevamente sin dudarlo. Siempre te quise. Descansa En Paz, papá.
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Me parece un relato extraordinario. Muy bien escrito, con ritmo. El triunfo de la honestidad y de la integridad, si es que son valores distintos. Enhorabuena.
Gracias, Ángel, viniendo de ti es todo un halago. Siento que no haya ganado tu micro en el mes de abril. Suerte en la próxima.
Eva… he aprovechado tu mensaje para buscarte y leerte.
Mantienes la intriga hasta el final… y menudo final! Me ha encantado cómo has ido hilando toda la historia, encierra mucho en muy pocas palabras.
Enhorabuena y te deseo mucha suerte… y que a mi voto sigan muuuchos más!
Un abrazo
Marta
Muchas gracias, tus relatos son siempre magníficos y este mes los votos lo demuestran. Suerte!!