Viejos, nuevos tiempos
Esperanza Tirado JiménezEstimados colegas:
He de comunicar una mala noticia a través de este moderno mensaje, en el que sin mi letra apenas me reconozco.
Hemos llegado a un punto sin retorno en esta nuestra bendita profesión. De tal modo que la competencia a través de las redes se impone de manera feroz al tradicional cara a cara cliente-abogado. Qué tiempos aquellos en que la visita a un bufete era considerada una ceremonia casi sagrada.
Tras un exhaustivo análisis de la situación, desde Dirección, los socios de mayor edad hemos decidido dejar por escrito nuestros informes y memorias, guardados y sellados dentro de una urna.
Y de aquí a unos años, cuando nosotros faltemos, los jóvenes que se incorporen a la profesión podrán informarse sobre cómo se practicaba este noble arte de la Justicia en unos tiempos remotos, aunque no demasiado.
Amigos, la otra Experiencia, la virtual, se nos lleva por delante.
+9
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
La adaptación a los nuevos tiempos es necesaria, pero todos tenemos una época. La dificultad para los cambios es muestra de que ha terminado.
Buen relato, Esperanza
Un abrazo
Hay que ir poco a poco, pero nunca detenerse.
Gracias Ángel.
Un abrazo
Un voto para que los nuevos tiempos no pierdan lo bueno de los viejos!!.
Esa sería la clave.
Gracias Juan Manuel.
Saludos
Espero que aguantemos lo que nos queda sin que lo virtual nos coma, hablando con los clientes en el despacho y tomando un café o una caña después del juicio. Crucemos los dedos y, mientras tanto, te mando un voto que actúe como vela votiva.
Suerte.
Gracias por esa vela.
Seguro que vendrán muchos cafés y muchas cañas más.
Saludos Isidoro.
Son tiempos de obsolescencia programada, de relaciones a distancia y virtuales. Espero, que nunca se pierda la buena costumbre del cara a cara.
Buen relato, Esperanza.
Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos.
Ojalá que no. Las ventanitas virtuales ayudan. Pero lo humano une mucho.
Gracias Pilar
Vale, me has convencido con lo de la urna. Mi voto.
Qué fácil, nunca pensé tener ese poder de convicción, jaja.
Gracias Esteban
Te he encontrado, Espe. Un votito nuevo para los viejos tiempos. Un abrazo,