El amor en tiempos de pandemia
María Sergia Martín González- towandaEntró en el bufete decidida. Quería divorciarse. Dijo que su relación estaba desgastada irrecuperablemente. Cubría su rostro con una mascarilla de flores. Yo, mi FPP2 negra. Como experto matrimonialista aconsejé presentar la demanda de mutuo acuerdo y, en tres meses, Cecilia era libre. Tras inscribir la sentencia, comenzamos a salir… Bidireccionalmente y sin preaviso, surgió el amor. Nos dimos el ‘sí, quiero’ una tarde lluviosa, nueve semanas después. Antes del año nacieron las gemelas, que sumaron felicidad en estos tiempos convulsos de distancias sociales, hidroalcohólicos y autotest…
Para festejar el fin de las mascarillas, organizamos una velada romántica. Cecilia, impaciente, se la arrancó primero. Yo, nanosegundos después. Nos miramos mudos. Sin pronunciamientos. Me produjeron dentera los pírsines que taladraban sus labios y nariz, y creo que a ella le horrorizó mi barba. Éramos dos extraños con dos bebés que no paraban de llorar buscando el asilo de unos padres desaparecidos.
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Entraron muy pronto a matar, ja ja. Te envío mi voto.
El amor loco es así.
Muchísimas gracias, novelista afamado.
Un abrazo enorme de esta orgullosa amiga.
Muak.
Jajajaja, mira que no quitarse la mascarilla ni para engendrar a las gemelas, ya hay que ser precavido !!!
Mi voto
Se ve que seguían al pie de la letra las directrices del Ministerio de Sanidad.
Gracias, José Luis.
Un abrazo enorme.
Dos extraños en toda regla.
Cuanto daño nos han hecho las mascarillas, querida towan!
Mi voto por esas risas.
Gracias, Ramón.
Las mascarillas nos han hecho daño, pero también nos han salvado de esta COVID.
Un abrazo enorrrme.
Y gracias.
Towi de mi corazón. Qué te digo a estas alturas. Cualquier relato tuyo es una ventana al fresco de la noche, espabila, entretiene, y te hace reflexionar. Bravo, confi. Te voto a ver si hay suerte y consigues la fumata blanca de la elección. Besisísimos.
Oye, cuidado con el fresco de la noche, que se te mete en casa y lo mismo no se quiere marchar.
Nicolás, campeón, un honor tenerte cerca siempre.
Abrazote gigantesco y mil gracias.
Wow, qué bueno y tan de actualidad. No lo encuentro tan descabellado, querida amiga. Mi voto y suerte
Bueeeeno, descabellado es y extremos estos dos protagonistas cuidadosos hasta el punto de no reconocerse.
Gracias por leer.
Abrazote!!
Es cierto que los rostros son muy diferentes cuando caen las mascarillas, lástima que tus protagonistas lo hayan tenido que sufrir en propia carne y en sentido negativo. Pero eso le proporciona a una sencilla historia de amor un inesperado final cómico que le hace subir muchos puntos. Mi voto y mucha suerte.
Hola, Ana.
La verdad es que somos distintos con y sin mascarilla. Has hecho recuento de lo que nos hemos ahorrado en barras de labios??
Muchísimas gracias por acercarte a leer y comentar.
Un abrazo gigantesco y desconfinado.
Muy bueno.
Mil gracias, Carolina.
Un placer recibirte y saber que te ha gustado.
Te mando un gran abrazo.
María, me parto con esta pareja de perfectos desconocidos. Pobres gemelas.
Mucha fuerza para remontar una situación tremebundo.
Saludetes.
Pobres gemelas, tienes razón.
Ya sabes que los bebés se acostumbran pronto a todo. Ojalá, lo hagan.
Un abrazo y mil gracias.
Los que dicen que la apariencia no lo es todo, que lo importante está en la esencia, en el interior, o como El Principito: «Lo esencial es invisible a los ojos», seguro que no se equivocan, pero también es cierto que todo tiene un límite y todo suma, o resta. Tus protagonistas han demostrado que la imaginación es tan poderosa como la realidad, además de muy entretenida, como le sucede a tu relato, imaginativo y divertido, además de bien contado.
Un abrazo y suerte, Towi
Hola, Ángel.
Tienes razón en todo. Lo esencial es invisible, pero no hay que tirarse a los extremos como estos dos.
Muchísimas gracias y este abrazo enorme que te va directo ¡ya!
Towiii… regreso por la puerta grande!!! Como no podía ser de otra manera, claro!!!
Relato ágil, divertido, ingenioso, sorpresivo… marca Towanda de la casa… bravo!!!
Menudo juego da aún esta pesadilla de la pandemia, verdad? Mejor tomárselo así…
Enhorabuena y sigue así, reina de los relatos!!!
Aquí estaré para aplaudirte, siempre!
Un gran abrazo
Marta
Hola, mi bonita del norte norteño.
El placer de leerte es uno de mis motivos para seguir participando en este concurso. Leerte, no solo en comentarios cargados de optimismo y afecto, sino en esas historias maravillosas que te rondan por la cabeza.
Un abrazo y mi aplauso siempre para ti.
#tecomolacaraunaymilveces.
Pues Towi, (si me lo permites en el desconocimiento de un desconocido), qué quieres que te diga que no te hayan dicho ya… Vas a ser mi primer voto de los tres, siguiendo la propuesta de Esteban, de este mes. Y, entre piercings faciales y barba asimismo facial, no me quedo con ninguno, así que diga lo que diga quién lo diga, creo que me voy a dejar puesta mi máscara…, perdona, mascarilla.
Enhorabuena relatora.
Hola, Guillermo.
Pues me llevo un alegrón enorme por tu amabilísimo comentario.
Cuánto daño nos han hecho las mascarillas, querido amigo.
Un abrazo enorrrrrme y espero leerte pronto.
Gracias!!
María Sergia, pobres crías, jajaja.
No te apures, Clara, los bebés se acostumbran enseguida a los cambios.
Besotes.
Yo sigo viendo rostros por primera vez, por suerte no en mi cama. Lo bueno de tus historias es que se reconocen a pesar de las mascarillas.
¡Muy bueno!
Uf, Margarita, de ver un rostro nuevo en mi cama… no creo que me lo tomara demasiado bien.
Gracias por leer y comentar.
Besotes.
Muy buen tu historia, como siempre. Un poco triste, o bastante según se mire pero es lo que tiene el no ir a cara descubierta. Mi voto y un abrazo.
Hola, Juan Manuel.
Creo que si hubo amor y, como dicen, la belleza está en el interior creo que estos dos se arreglan.
Besos y gracias.
Muy buena historia, como todas las tuyas, Towanda. Te deseo suerte y añado un voto a tu marcador.
Besos.
Hola, Ana I.
Mil gracias, guapa.
Un abrazo enorme y suerte con tu magnífica historia.
Buenísimo, como siempre. Mi voto y un abrazo.
Hola, Alejandra.
Muchísisisisisimas gracias, compañera.
Deseando leerte.
Un abrazo gigantesco.
Más que fenomenal…Excelente María Sergia.
Hola, Héctor.
Un placer enorme recibir ese comentario tan amable.
Mil gracias, siempre, por leer y comentar.
Abrazote!!
Buane historia, bien encajadas las palabras y tan probable y creible
Gracias, Carlos.
Un placer leer tu comentario.
Abrazísimo.
Excelente, me ha gustado mucho.
Mi voto.
Hola, José I.
Me alegro un montón.
Un abrazo y mil gracias.
Sorpresas te da la vida. Un micro muy bien traído y muy hilarante. Mi enhorabuena y mi voto.
Hola, Anselmo.
Como decía la canción: «la vida te da sorpresas, soooorpresas te da la vida, ay, Dios!
Muchísimas gracias por tu lectura y amable comentario.
Abrazote enorme.
«Se duchan, se perfuman y se entalcan….» todo con mascarilla. Tus protagonistas no le dieron importancia a la apariencia, hasta que se dieron cuenta de cuánto cambia una cara en la distancia que hay entre una nariz y la barbilla. Nunca está de más dar la enhorabuena una y otra vez, porque te las mereces, maestra Towanda. ¡Mucha suerte!
Hola, Francisco Javier.
Eso es. Lo hacen todo juntos, pero enmascarillados. Qué locura, no te parece?
Muchísimas gracias por tan amable y exagerado comentario. Te leí el mes pasado y me encantó tu mago porque somos poco o nada sin la magia. (suertísima con él).
Un abrazo de los que hacen leyenda.
Impactante historia, con ambiente pandémico que he vivido de cerca. Protagonistas responsables y en extremo cumplidores de las normas de prevención epidemiológica, cegados por un amor impetuoso y padres desconcertados a destiempo. Esperemos que los niños dejen pronto de llorar.
Mis felicitaciones, María Sergia.
Hola, José Manuel.
Mil gracias por acercarte a leer y comentar.
Comparto ese deseo de que cese pronto el llanto de las gemelas, porque los niños no merecen sufrir ni siquiera en la ficción.
Un abrazo grandísimo.
Hay que ver lo que puede ocurrir en nanosegundos, después de ese largo periodo tras las mascarillas. No habrá sido el único caso, aunque no tan exagerado (en la ficción no hay nada exagerado) de decepción entre nuevas parejas al descubrirse la cara.
Enhorabuena por este divertido relato Towanda, mi voto y saludos.
Hola, José Manuel.
Te imaginas que sucediese algo semejante en la vida real?? Sería la bomba atómica de lo absurdo, jajaja.
Te comento: conocí a una nueva compañera de trabajo en tiempos de mascarilla y cuando la he visto sin ella, me parecía que no la conocía tanto. Eso es verdad verdadera.
Un abrazo enorme y gracias por leer y comentar.
Que historia tan amena. Suerte María Sergia.
Zenkiuverymach, María.
Un abrazo gigantesco.
Qué romántico… me encanta. Mi voto es tuyo y mucha suerte, Towanda.
Hola, Inma.
Como decía Lina Morgan: «agradecida y emocionada… solamente puedo decir «»gracias por venir»».
Un abrazo enorrrme.
Produce risa y miedo a la vez, amiga Tow. Cuanto daño nos ha hecho este maldito virus.
Mi aplauso por la inventiva que derrochas.
Gracias, Carmen!
Besotes!!
Si ya es doloroso ingresar a tu madre en una residencia ¿qué no será pensar que no está bien tratada? o incluso como la madre de tu relato: que es mal-tratada.
Muy actual el tema y muy bien escrito.
Saludos Anna
Discúlpame, estaba leyendo con interés tu relato y he comentado con referencia a otro.
Te deseo suerte.
Gracias, Eugenio.
Un abrazo.
Me gusta mucho tu punto de vista
Gracias, Arturo.
Abrazo!!
Sigo votando los tres micros que más me gustan. Evidentemente mi primer voto es para tus amantes viciosos, porque para mí la historia es la de unos insatisfechos sexuales cutres que en vez de máscaras de cuero y otras zarandajas han tirado de lo primero que tenían a mano. Enhorabuena y suerte.
darse cuenta de que vives con un desconocido.
Y pensar, María, que la palabra «persona» procede de las máscaras teatrales. La personalidad sería nuestra fachada, nuestra manera de presentarnos a los demás. Pero añadir una máscara carnavalesca o una mascarilla sanitaria lo que hace es ocultar nuestra otra máscara, nuestra identidad.
Como siempre, excelente, Towanda.
Mi voto.
Un abrazo.