El hombre bicentenario solicita residencia
Carlos Enrique Ayala Gómez Un año atrás había donado todo su patrimonio. Conservó lo indispensable para vivir decorosamente hasta su cumpleaños número doscientos. Confiado en su precisión robótica estimó que en esa fecha ocurrirían dos acontecimientos: lograría inscribir su condición de humano y, a continuación, moriría.
Aquel lluvioso día, sin embargo, sólo acaeció lo primero. Un uniforme pronunciamiento médico le auguraba algunos años más de vida. Ya sin recursos y con la salud mermada, solicitó asilo en una residencia geriátrica. Le fue denegado. La Administración adujo que no correspondía destinar recursos públicos para amparar a quien, deliberadamente y abdicando de su esencia robótica, había rechazado vivir confortablemente en una perpetua flor de la juventud.
La apelación llegó a los tribunales. No había forma de generar empatía en un jurado que seguía viendo en mi cliente a un androide, hasta que, en un último lance; reivindiqué su naturaleza con este viejo proverbio: “Errare humanum est”.
0 Votos
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


When the news first broke about this watch, we had but one screenshot of the game. We could sort of see the watch, but it wasn’t a clear shot. Needless to say, I was fairly certain link of what I was getting before experiencing it in the metal. I’ll admit though, it was strange to see the watch in a game-still before seeing it seemingly pulled from the screen into real life. The entire time I spent wearing it, I felt like I was in a video game, myself. But I digress.