Todo por un sueño
Esperanza Tirado Jiménez –Papá, ¿Qué es un refugiado?
La pregunta de mi hijo me pilló totalmente desprevenido. Repasaba informes en el despachito de la casa de campo, aunque ya estábamos de vacaciones.
–Pues… verás. Es una persona que necesita ayuda en otro país, porque en el suyo no se la dan.
Mi respuesta no pareció convencerlo del todo.
–Entonces ¿Nosotros que somos de otro país, podemos ayudarles?
–Esa es la idea, hijo. Que nos ayudemos todos.
–Entonces… –mi hijo era incansable– ¿Por qué algunos países no ayudan y ponen alambradas?
–No lo sé, hijo. A veces en otros lugares hacen cosas que no entendemos.
–Cuando yo sea abogado, ganaré mucho dinero, ayudaré a todos los refugiados que lo necesiten. Y mandaré buscar a todos los que se caigan al mar.
Abracé a mi hijo, emocionado. Yo también tuve, alguna vez, un pensamiento inocente que me llevó a soñar con ejercer esta profesión.
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But it can be link hard to evolve an icon. We see countless new dive watches from Seiko every single year, but how often do we come across an entirely new design or collection? We don’t see unexpected and entirely new case profiles from Seiko at the same clip we did in the late 1990s and early 2000s. But there is one collection that has quickly become a classic in its short five years.
Last year, Rolex introduced the 1908 collection as its dressed-up replacement for the Cellini, with a quartet of simple yellow and white gold models with silver or black dials. Now, it’s introducing a platinum link 1908; in typical Rolex fashion, it’s paired with an icy-blue dial with what it calls a «rice-grain» motif. It’s on a brown alligator strap with the same inner green lining seen on last year’s 1908 straps.