Un burka que dió la libertad
MARIA PILAR MARTINEZ DE LA LLANAMi madre siempre quiso ser abogada, pero ni su cultura ni su religión se lo permitía…
Llegó la guerra y con ella la famosa palabra «refugiado» en todos los telediarios.
Dejamos atrás nuestra vida en el campo para cambiarlo por eternas y tortuosas noches en la mar.
Nunca entendí por qué mi madre me puso aquel burka antes de abandonar nuestro hogar.
Cuando trepé por la alambrada y vi caer abatidos los cuerpos sin vida de todos los hombres y niños, comprendí que mi madre llegaría a ser una gran abogada.
Ocultar mi rostro masculino bajo aquella tela para engañar a nuestro enemigo fue, sin duda, su primer juicio ganado de muchos. Pero aquel, con sentencia de vida.
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Me gusta. Mucha suerte.
Hola Anabella. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
Un saludo y gracias por tu comentario.