DESTINO INELUDIBLE
RAFAEL OLIVARES SEGUÍA don Artemio Cifuentes, promotor, le costó mucho sacar adelante la construcción de tres bloques de viviendas en primera línea de playa. Primero por los trámites para la resolución de los lindes del solar para conseguir la licencia de obras; luego por la inversión en tiempo y, sobre todo, dinero para investigar cómo conseguir la edificación con más arena y menos cal. Por suerte, los apartamentos, una vez terminados, se los quitaron de las manos y a muy buen precio y don Artemio acumuló una considerable fortuna.
Ahora, paga con cárcel el no haber podido satisfacer la minuta de honorarios del despacho de abogados que le libró de ella cuando se vinieron abajo las tres torres.
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Un caso de justicia «rebotativa». Muy buen relato. Suerte.
Como en Alicia en el país de la maravillas, hay que correr mucho para permanecer en el mismo sitio.
Gracias, litispendiente.
Buen relato, señor Cela.
Mucha suerte.
Tú puedes llamarme Camilo.
Gracias, campeón. Suerte aquí y el lunes en ReC.
Eso fue una ola con mala leche y mucha espuma, seguro.
Suerte, Rafa
La excusa de la ola le salvó de la cárcel pero de una minuta de abogados no hay quien escape.
Gracias, Margarita.
Era de esperar que las torres acabasen por los suelos… Desgraciadamente, tiene mucho de real tu propuesta Rafa.
Te dejo un voto y un abrazo.
Gracias, Yolanda.
Un beso.