El abogado que no supo responder a mamá
VICTORIANO AYLLON CALIZUn día, al poco de empezar a ejercer, mi madre, con mirada orgullosa, me preguntó cómo me sentía al ser abogado. No supe qué responderle. Vi en sus ojos la decepción. De eso hace ya cinco años.
Primer día de agosto. Le he prometido a mi mujer que este verano voy a desconectar. Nada de investigar sobre asuntos pendientes ni de comerme el coco con honorarios impagados. ¡Estamos de vacaciones!
Tumbado en la fina arena, tan cerca del mar que la brisa me eriza la piel y el agua me azota suave a intervalos precisos. La vida aquí parece tener sentido. Se acerca un chiquillo con pala y rastrillo. Mira a su padre, que le da licencia. El niño traza una raya en la arena. Una linde perfecta, pienso. ¡Emergencia! En septiembre me espera el juicio sobre acción de deslinde… ¿Lo tengo preparado?
Cuando regrese tengo que responder a mamá.
+3
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Jajaja. Es que es una pregunta muy difícil de responder, y ni siquiera hay comodín de la llamada.
Suerte, Victoriano.
¿A que si es dificil? Gracias Manuel, igualmente suerte para ti.
Un peligro ver una linde en cualquier raya. Igual algún verano de éstos lo conseguimos. Realismo cotidiano. Buen realto.
Muchas gracias. Cuando lo consigamos dejaremos de ser abogados.