Imagen de perfilDemasiada imaginación

laura pilato rodríguez 

Llevaba todo el día con aquella cajita en el bolsillo.
Un mensajero se la entregó en la puerta del bufete, le vi firmar el albarán y guardarla discretamente.
Nuestra relación, tanto laboral como personal, pronto cumpliría tres años, así que imaginé que el momento del anillo había llegado.
Últimamente estaba nervioso, y yo decidí abogar por guardar silencio, y no censurar su extraño comportamiento.
El idioma de los sentimientos no era su fuerte, y esperé impaciente a que se decidiera.
Lo hizo sin mediar palabra. Puso la cajita sobre mi mesa y la abrió.
– Estás seguro?- Pregunté algo decepcionada.
– Por supuesto, eres mi novia, además de mi socia, no puedo confiar en nadie más.
El nuevo cliente es un tipo peligroso, si algo me sucede entrega todo el material a la policía. Está en la caja fuerte de mi despacho, guarda bien la llave.

 

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