LECCIONES DE LA VIDA
Almudena Horcajo SanzPor suerte o por desgracia, o por ambas cosas a la vez, nadie acudió a su rescate cuando en su juventud comenzó a frecuentar malas compañías. No necesitó mucho tiempo para terminar sentado ante la justicia. Al decretar el juez su ingreso en prisión entró en otro mundo. Lejos de derrumbarse, quiso conocer y comprender las leyes que estaban marcando su destino. Puso tanto empeño en la tarea que incluso por las noches, a la luz de una vela, repasaba los artículos del Código Penal. Cinco años le bastaron para salir de la cárcel con su flamante título bajo el brazo.
Después de ejercer durante muchos años la abogacía, ha decidido dedicar su tiempo a dar charlas en los institutos; el cartel que las anuncia lleva un llamativo título:»LECCIONES DE LA VIDA». No gana un euro, pero se siente muy bien pagado.
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La vida es la mejor maestra y la más prestigiosa catedrática de Derecho. Y un vividor, en el mejor sentido de la palabra, puede ser su profesor ayudante.
Suerte, Almudena.