Un papel secundario
Francisco Javier González ÁlvarezCuando me llamaron para llevar al cine ‘ese’ caso no me esforcé en pedirles un rescate por mis derechos de imagen. A mi cliente lo iba a interpretar el actor más llamativo del momento; alguien tan talentoso que podía plasmar casi sin querer todos los matices de quien se siente injustamente procesado por siete asesinatos. Aunque no sabía que la productora iba a decretar que el papel de su letrado fuera encarnado por un actor de segunda fila; alguien acostumbrado a encajar en papeles pequeños al que, de repente, le sobreviene la oportunidad de su vida.
Ahora, al contemplar la cara de ese actor en el cartel no me arrepiento de haber roto el secreto profesional. Si bien me confesó que pasó incontables noches en vela desde mi sobrecogedora confidencia.
Al recoger el Goya tuvo el detalle de mencionarme, mientras mi defendido le contemplaba satisfecho y vigilante desde su palco.
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Mi voto para microrelato tan inquietante. Enhorabuena!!
Muchas gracias por los elogios compañero. Un abrazo
«Construyó» el papel con ayuda del letrado. Pero, ¿no se entrevistó con el procesado? ¿Hasta qué punto entonces el abogado no es el verdadero guionista?
Suerte, Francisco Javier.
Interesante punto de vista, compañero. Seguramente el procesado habría seguido escudándose en su «derecho a mentir» que tan buenos resultados le había granjeado hasta entonces ;) Muchas gracias.