Mi letrado de oficio (a la memoria de Jackes Séguéla)
Salvador Soler Campos · Elche (Alicante)¡Debí rechazar la tercera cerveza! Me paró la Guardia Civil. Quiso la casualidad que mi primo estuviera de guardia. ¡l mismo se encargó del papeleo de la justicia gratuita, que no era poco; fotocopió a su costa el expediente y, diligente, comprobó la caducidad y el margen de error del etilómetro. No había defensa. Durante la espera me explicó que no le pagaban y que, con treinta años, todavía vivía con sus padres. Se entrevistó luego con el fiscal, pactó una atenuante de colaboración con la justicia y obtuvo para mí una condena menor. Como agradecimiento, le compré una macecita y yo mismo la llevé a su casa. Abrió mi tía y al poco salió él; vi su rostro compungido, y entornando la puerta tras su espalda me susurró: «No le digas a mi madre que estoy en el Turno de Oficio, ella cree que soy pianista en un burdel».