Dictamen forense
José Agustín Navarro Martínez · Alicante“La Sala de lo Contencioso-administrativo del Supremo elevó la condena a un millón de euros”, leyó el forense en la primera muestra del lóbulo frontal de mi cerebro mientras su ayudante encontraba en mi desvencijada gabardina una novela rosa con dedicatoria. Después realizó una sección epitelial más copiosa para continuar extrayendo frases en los gajos de mi calva: “Extirpación de bazo”. “Negligencia médica”. “Arena en el riñón”. “El cirujano no informó al paciente y robó la maqueta del hospital”. “Con amor, Corín Tellado”. Entonces el ayudante pelota le detuvo: “Jefe, ya lo tengo, el abogado murió por acumulación de proteínas en las marañas literarias de las placas seniles”. El forense afiló el gesto y respondió:”No sea lerdo, Martínez. Este pobre hombre no es abogado. Anote en el informe: 48 años. Varón. Caucásico. Mendigo. Causa de la muerte: hipotermia nocturna tras taparse con un recurso de casación.”