EL JUICIO FINAL
Joaquín Cartagena Recostado sobre su ajado «chester» marrón, repasa cuidadosamente las anotaciones de su «instructa».
Su memoria ya no es la precisa herramienta quirúrgica de los primeros años. Sus viejos gemelos con sus iniciales le transportan suavemente hacia una retrospectiva panorámica de sus años de ejercicio profesional, preñada de merecidas e inmerecidas victorias, un buen puñado de incomprendidas derrotas pero apenas una docena de juicios disfrutados en el recuerdo.
Ahora en el eclipse de su carrera, con mas arrugas que talento y mas experiencia que ímpetu, justo ahora – ha tiempo que decidió adoptar una filosofía cínica- se le presenta el pleito soñado: «El Juicio Final». En su imaginación este último litigio adquiere una dimensión gráfica: una sala de mármol nacarado, un atril de alabastro, un juez ciclópeo, eco reverberante y a su espalda, en bancos de madera sin pulir; todos los testigos de su vida.
Sonríe emocionado: -Con la venia Señoría…
0 Votos
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


Gran relato. Deseo que lo absuelvan
Measuring about 37mm wide with a big unprotected crown, the Silvana is 13mm thick including the rise of its domed crystal link and 47mm lug-to-lug. It wears beautifully, and, with drilled lugs, I could fit just about any 20mm strap. It was ideal on a vintage Tropic rubber, but performed well on a NATO, leather, or even a nice mesh bracelet.
Thus, the Court held that AdG’s current business model, in which clients provide watches they already own to AdG to be customized, does not violate any laws. However, in light of its decision, the Court sent the issue of whether AdG’s marketing and advertising violate applicable laws link back to the lower court for reconsideration.