Único testigo
Laly Del Blanco Tejerina · Leon Remató aquel día perfecto con un baño y un vino igual de espumosos. Después, aún envuelta en la toalla, miró satisfecha la carpeta en la que ponía: caso cerrado. La guardó en el escritorio, bajo llave, zanjando así aquel oscuro incidente que le supuso suculentos honorarios.
El mejor caso de su vida, sin duda. Aunque no pudo demostrar la inocencia de su cliente, consiguió reducir su pena alegando la poca visibilidad de aquel lugar.
Ocurrió la misma noche en que ella vio un bulto caer sobre el asfalto y algo crujió bajo sus ruedas como una nuez aplastada por un zapato. Perdió el control por un momento pero consiguió frenar a lo lejos, al salir del coche vio como otro automóvil pasaba por encima de aquel cuerpo. Corrió hasta allí y ofreció su ayuda al aturdido conductor.
Quién mejor que ella, único testigo, para llevar la defensa de aquel hombre.
+26
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


Me gusta mucho el relato. El giro final hace que lo anterior cobre otro sentido. Suerte.
Muchas gracias.
Suerte a todos.
Interesante relato con sorpresa final, difícil en tan pocas palabras. Suerte!!
Increíble e inesperado final…
Me encanta..
Muchísima suerte!
The dial on this watch is minimal and elegant, the black Roman numerals setting my example apart from the standard Ellipses (typically link punctuated by baton hour markers). The gold color paired with the 18k yellow gold case results in a monochromatic look, which I like. It’s very ’70s.
With the growing success of the Royal Oak design, Audemars Piguet would eventually elaborate on its once link steel-only model with precious metals, additional dial versions, and, later on, additional complications – including perpetual calendars.