DESCONEXIÓN
Francisco Javier González Álvarez22 de julio.
Repasaba las necrológicas en la revista anual del Colegio cuando vi algo que no encajaba: veinte compañeros fallecidos en el último mes. Descolgué el teléfono y, tras debatir varias horas con sus allegados, obtuve un patrón común: todos habían aparecido muertos encima del teclado; enfrente, la bandeja de LexNET vacía. Descartando que ellos mismos hubieran eliminado sus mensajes como última donación al mundo, llamé al Decanato.
“No tenemos noticias de virus. Aunque últimamente se están reportando varios problemas con las recepciones”.
Con síntomas claros de terror procesal, corrí a abrir el frío aplicativo. Me tranquilizó ver que mis anteriores notificaciones seguían intactas. Al igual que el hecho de recibir una nueva. Así que, sin reparar siquiera en el remitente, la abrí sin pensar.
“DIEZ DÍAS”.
Era todo cuanto alcancé a ver.
Apunté el fatídico vencimiento y resoplé. Al menos podría disfrutar de todo el mes de agosto…
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Cuando la situación parece inevitable siempre hay que mirar la parte positiva.
Buen relato, Francisco Javier. Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos.