PRECISIÓN
Javier Puchades Sanmartin Desde que aquella mañana abandoné los juzgados, estaba dándole vueltas a lo mismo. Lo tenía claro, no iba a consultar con más colegas. Era mi responsabilidad y este asunto lo tenía que solucionar yo solo. En otras ocasiones, había errado, pero ahora debía fortalecer la seguridad en mí mismo y volverlo a intentar. Para ello, me encerré en mi despacho. Desconecté el teléfono. No deseaba que nada ni nadie me perturbase. Ante la diversidad de opciones debía de elegir la más adecuada. No era una acción urgente, pero cuanto antes la llevase a cabo, mejor. Entonces, me situé frente a ella, tomé los documentos entre mis manos, de nuevo, y los apreté con fuerza. Visualicé cada movimiento y con determinación lancé aquel amasijo de papeles dentro de la papelera.
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A veces, el gesto más simple, puede ser el más correcto y el más trascendente. Todo cuenta.
Un abrazo, Javier.
Suerte
Ángel, muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo enorme.
A veces, lo más acertado es volver a empezar, aunque eso suponga desechar todo el trabajo y el esfuerzo llevado a cabo anteriormente.
Muy buen relato, Javier. Te deseo muchísima suerte y le doy mi voto de confianza a tu protagonista.
Besos apretados.
Muchísimas gracias por tus palabras y ánimos, Pilar.
Muchos besos.
Hemingway decía que la papelera es el primer mueble para un escritor. No sé si para el abogado protagonista de tu microrrelato, también. Lo que está claro es que puede ser la mejor solución para hacer borrón y cuenta nueva.
Buen micro, Javier. Siempre me alegro de leerte.
Mi voto y un fuerte abrazo.
Javier, a lo mejor tienes futuro en la selección de baloncesto ahora que se han retirado Gasol y compañía. Buena suerte con tu micro. Un abrazo.