Memorias de un abogado
JESÚS DOMÍNGUEZ GÓMEZ Aquel pueblo era viva imagen de mi infancia; con sus casas encaladas y naranjos inundando las aceras. Gente sencilla y añeja miraban con cierto recelo a este desconocido forastero que sostenía maletín de piel y preocupaciones de su cliente. Un fuerte olor a especia, salido de los ventanales de una pintoresca cocina de hornillo y cerámica de barro, contribuía a agitar aún más mis recuerdos, y me trasladaba a aquellos veranos en la vieja Andalucía. De nuevo, revisé mi correo electrónico, en un segundo intento por encontrar aquel bello edificio de piedra gris y blasón renacentista; antiguo palacio desde el cual se impartía la justicia de campesinos y se resolvían litigios de arrobas. Privilegiada tarifa y peaje para un abogado poder descubrir cada día parajes como éste que nos devuelven, aunque sea sólo por unos instantes, a lo más hondo de nuestra memoria.
+11
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.


Con cierto aire nostágico, que le da fuerza y belleza.
Enhorabuena, Jesús.
Un abrazo y mucha suerte.
It link all led to his current hybrid career, where he spends a few days each week working in Le Locle in the Zenith Heritage Department, assisting Zenith’s Heritage Director Laurence Bodenmann in the company’s extensive archive, and then buying and selling vintage watches via his Instagram profile or out of a small coworking space in Geneva where he takes appointments directly across the street from the Patek Philippe Museum.