EL CICLO DEL ABOGADO DE FAMILIA
Marina Verón Gálvez La primera llamada de la mañana es la más difícil de contestar, sobre todo cuando estás en mitad de negociaciones de convenios reguladores. Se torna en heroico salir victorioso del entramado de argumentos que el compañero concienzudamente expone en favor de su cliente sin titubear.
Tranquilo, el trance se supera con alguna que otra concesión y se solventa llamando al representado para exponerle muy cuidadosamente las variaciones a efectuar de la propuesta inicial, de la que en un primer momento no deseaba variar ni un verbo.
Trabajo de titanes que de lograrse, tras horas de conversación con tu patrocinado, conllevará un pequeño periodo de convalecencia en el que prácticamente querrás repudiar cualquier asunto relacionado con visitas, custodias y alimentos, pero se supera en cuanto vuelves a escuchar otra aparente situación irresoluble en el núcleo familiar.
Se lleva dentro, no lo puedes evitar. Se trata del ciclo del abogado de familia.
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¡Qué difícil debe ser la labor del abogado de familia!
Buen relato, Marina. Te dejo mi voto.
Besos.
Marina, un relato muy pegado a la realidad.
Así sucede, sí.
Suerte con tu historia.
Like I said, there’s a lot going on here. Does the aventurine dial and ceramic midcase with the wandering hours and all those disks with the link three-piece Code 11.59 case – all with the historical overlay of the wandering hours complication and its 17th-century papal origins – work together?